Inoculación de estrés.

(En Botella y otros; Análisis de datos en Psicología I).

 

Los psicólogos abordan el problema del estrés de dos formas: cambiando la forma de vida y el medio, o aprendiendo a convivir con esas situaciones de una forma más adaptativa, consiguiendo que tengan menos efectos. En esta segunda vía se enmarca la técnica de la inoculación de estrés.

Supongamos el siguiente experimento para estudiar la efectividad de esta técnica. Seleccionamos aleatoriamente 40 sujetos de una determinada población y los dividimos al azar en 2 grupos (GP) de 20 personas cada uno. A los 40 les evaluamos su nivel de estrés (E1). Seguidamente, a uno solo de los grupos lo entrenamos en la técnica de inoculación de estrés y pasados seis meses, volvemos a evaluar el nivel de estrés de los 40 individuos (E2). Si la técnica es útil esperamos encontrar un menor nivel de estrés en el grupo de sujetos que la han utilizado (grupo experimental, GP=1). Se considera la posible influencia de otras variables que pudieran estar incidiendo en los resultados. En concreto, el género (GEN), el nivel cultural (NC) y la inteligencia (I). Por ello, al comienzo del estudio se registra el género (1=femenino; 2=masculino), nivel de estudios (1: ninguno; 2: primario; 3: secundario; 4: universitario) y se aplica a los 40 sujetos de la muestra el test Weschler de inteligencia.

 

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